Preguntas frecuentes

El monitoreo ecotoxicológico aún genera muchas dudas, tanto entre aquellos que necesitan realizar los análisis como, con frecuencia, entre aquellos que solicitan el monitoreo. Surgen preguntas sobre la obligatoriedad de los análisis, los enfoques utilizados, el diseño de muestreo y la interpretación de los resultados. Con el objetivo de ayudar en este asunto, presentaremos las preguntas más frecuentes que recibimos. Si su pregunta no está incluida aquí, por favor, póngase en contacto con nosotros y haremos todo lo posible para ayudarle.

La toxicidad se refiere a la capacidad de una sustancia determinada, producto, conjunto de sustancias (como efluentes) o aguas superficiales, sedimentos, etc., para causar efectos perjudiciales en los organismos con los que entra en contacto. Estos efectos pueden ir desde cambios en el comportamiento, alteraciones en el crecimiento o la reproducción, hasta la muerte de los organismos.

Los ensayos o pruebas de toxicidad son la herramienta principal para evaluar los efectos tóxicos de las muestras en estudio. Estos ensayos se basan en protocolos previamente definidos según el tipo de efecto que se desea evaluar, ya sea comportamental, fisiológico, genético, etc.

 

De manera general, los ensayos de toxicidad se basan en la exposición de ciertos organismos vivos a una sustancia, efluente o agua que se desea evaluar. Estos organismos, conocidos como organismos de prueba, sirven como modelo para evaluar los posibles efectos causados por las muestras en estudio. El tiempo de exposición dependerá del tipo de organismo utilizado y del tipo de efecto que se busca evaluar. Después del período determinado, se observan los efectos causados por la muestra en los organismos.

Los organismos de prueba son especies cuyo conocimiento de su biología es suficiente para que puedan ser utilizados como indicadores de la toxicidad de las muestras evaluadas. Tanto la forma de cultivo como las metodologías de ensayos para estos organismos están definidos en normas técnicas, lo que permite la reproducibilidad de los resultados.

Los ensayos de toxicidad son análisis cuyos resultados se basan en las respuestas proporcionadas por organismos vivos. Por lo tanto, la calidad y el conocimiento de estos organismos son fundamentales para la confiabilidad de los resultados.

Los organismos de prueba deben tener un origen conocido, preferiblemente de laboratorio. De esta manera, se pueden conocer información importante para su uso en los ensayos de toxicidad y evitar resultados falsos. El uso de organismos estresados, mal alimentados o debilitados, por ejemplo, puede indicar una falsa toxicidad en las muestras ensayadas.

En caso de no poder utilizar organismos de prueba procedentes de cultivos propios, el laboratorio encargado de realizar los ensayos de toxicidad debe garantizar y demostrar que el lote de organismos utilizado cumple con los estándares de calidad requeridos por el método.

Esta es una pregunta compleja. Todo depende del propósito del análisis y del tipo de muestra que se va a evaluar, entre otros factores.

Las pruebas de toxicidad de productos a menudo son requeridas para su registro y, en muchas ocasiones, por demanda de posibles clientes.

La monitorización de la toxicidad de los efluentes es un requisito legal. Ya sea para cumplir con la Resolución CONAMA 430/11 o con regulaciones específicas de las autoridades ambientales estatales en Brasil, todos los efluentes industriales vertidos en cuerpos de agua deben ser monitoreados en cuanto a su toxicidad.

Las aguas superficiales deben ser monitoreadas en cuanto a su toxicidad como uno de los parámetros de clasificación según la Resolución CONAMA 357/05. En teoría, este monitoreo debería ser realizado por el Gobierno, pero a menudo se exige a la iniciativa privada como parte de la evaluación del potencial impacto en el entorno de los proyectos.

No necesariamente. En primer lugar, es necesario saber a qué legislación nos estamos refiriendo, ya sea federal o estatal. Pocos estados brasileños tienen límites máximos de toxicidad definidos en su legislación. Normalmente, es necesario realizar algunos cálculos basados en los resultados de la evaluación de toxicidad, el caudal del cuerpo receptor, la clasificación del cuerpo receptor y el caudal del efluente. En algunos estados, esta evaluación es requerida por la autoridad de fiscalización ambiental bajo la denominación de «Informe Conclusivo».

De acuerdo con el Artículo 8 de la Resolución CONAMA 357/2005, el conjunto de parámetros de calidad del agua que respalda la propuesta de clasificación de dicha Resolución deberá ser monitoreado periódicamente por el Poder Público. Sin embargo, además de tener la posibilidad de incluir nuevos parámetros para los cuales exista sospecha de incumplimiento, el Poder Público puede transferir la responsabilidad y los gastos de este monitoreo cuando sea necesario debido a la actuación de proyectos identificados.